Por seguridad controla la actividad de tu cuenta de Gmail

Estamos en pleno verano y, por tanto, mucha gente se encuentra planificando o disfrutando de sus vacaciones. Aunque sea recomendable desconectar y cambiar la rutina, la tecnología suele estar presente allá donde vayamos, ya sea porque viajamos con nuestros gadgets o terminando conectándonos a algún ordenador de uso público conectado a Internet para echar un vistazo a nuestra cuenta de correo electrónico. Coincidiendo con las vacaciones estivales del año pasado, dedicamos unos minutos a repasar algunas pautas y consejos para pasar unas vacaciones más seguras, una lista de recomendaciones que podemos completar con un tip que Google ha comentado a través de Twitter y de Google+ que nos servirá para controlar la actividad de nuestra cuenta de Gmail.

En la zona inferior del interfaz de Gmail, justo en el pie de la página, encontraremos en la esquina inferior derecha un mensaje (escrito en con una tipografía de tamaño muy pequeño) un par de indicadores que deberíamos tener muy en cuenta si, por ejemplo, hemos estado usando un ordenador de uso público o compartido y, por ejemplo, olvidamos cerrar nuestra sesión o no usamos el modo de navegación anónima en navegadores como Firefox o Chrome. ¿Qué datos se muestran ahí? En esta zona tan poco visible, Gmail nos muestra el número de ubicaciones que tienen sesiones abiertas hacia nuestra cuenta.

¿Por qué es importante este indicador? Si pulsamos sobre el enlace marcado como "Información detallada" podremos visualizar una lista de las conexiones realizadas a nuestra cuenta (servicios y direcciones utilizadas), una información de utilidad para verificar que nuestra cuenta no se ha visto comprometida y desde donde, además, podremos cerrar todas las sesiones de manera remota.

Lógicamente esta utilidad nos ayudará a controlar nuestra cuenta en el caso que ésta no se haya visto comprometida y nos hayan cambiado la contraseña pero, en la mayoría de casos, nos ayudará a eliminar sesiones abiertas de manera remota y acortar cualquier tipo de brecha o riesgo, aunque lo más seguro es asumir el hábito de cerrar las sesiones cuando usemos un ordenador distinto al nuestro o que, directamente, usemos el modo anónimo del navegador.