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5 malas prácticas a evitar en nuestros perfiles de Linkedin



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Esta semana LinkedIn anunció la renovación de los perfiles de usuario, un nuevo perfil llamado Professional Portfolio en el que prima lo visual y que nos permitirá darle un toque mucho más atractivo a nuestra tarjeta de presentación.

5 malas prácticas a evitar en nuestros perfiles de Linkedin

Esta semana LinkedIn anunció la renovación de los perfiles de usuario, un nuevo perfil llamado Professional Portfolio en el que prima lo visual y que nos permitirá darle un toque mucho más atractivo a nuestra tarjeta de presentación en esta red social profesional. Si bien este rediseño tiene muchas posibilidades, es importante que no perdamos de vista el contenido de nuestro perfil e intentemos que éste sea fiel a la realidad, no mentir y no generar falsas expectativas ante posibles clientes, proveedores o incluso ante posibles candidaturas a un puesto de trabajo en el que promocionar profesionalmente.

LinkedIn es una red en la que prima la conexión con otros usuarios y, por tanto, en la que cultivamos nuestra red profesional con la idea de establecer lazos con otros profesionales para buscar nuevas oportunidades para nuestra empresa o para nosotros mismos con vistas a buscar un nuevo empleo; una actividad que debemos realizar sin parecer unos spammers, fomentando la conversación y la participación dentro de los mecanismos que LinkedIn nos ofrece y, lo más importante, sin mentir. Es bastante humano adornar el currículum pero, en determinadas ocasiones, este tipo de licencias pueden ser contraproducentes en LinkedIn y llegar a situaciones incómodas en las que gente que nos conoce o que trabaja en nuestra empresa o la conoce se lleve una imagen que no es nada fiel con la realidad y, al final, nos termine perjudicando.

Aprovechando que con la renovación de los perfiles puede ser un buen momento para revisar nuestro perfil y la tarjeta de presentación que hemos confeccionado sobre nosotros mismos, vamos a dedicar unos minutos a revisar 5 malas prácticas a evitar en nuestros perfiles en LinkedIn:

No te auto-proclames director general de tu empresa

Uno de los aspectos que tendremos que cumplimentar en nuestro perfil es el del puesto que estamos desempeñando actualmente, es decir, dónde estamos trabajando y qué estamos haciendo. Parece que, de manera natural, tendamos a endulzar un poco el nombre de nuestro puesto porque parece que suena algo peor trabajar en algo que ser el responsable de un proyecto, jefe de un equipo o responsable de un departamento.

¿El problema? Que intentemos adornar tanto el nombre de nuestro puesto que acabemos auto-proclamándonos directores generales de nuestra empresa y que alguien que conoce nuestra compañía o que, incluso, haya trabajado con nosotros se acabe topando con nuestro perfil y se dé cuenta del engaño.

Quizás podamos pensar que es algo sin importancia pero, realmente, estamos generando recelo en otros usuarios de LinkedIn que, quizás, perjudiquen el intento de conectar con alguien o de entrar en contacto a través de un conocido común.

Si en tu empresa todo el mundo es jefe o responsable de algo ¿quién trabaja?

El caso anterior, el de exagerar o adornar el nombre de nuestro puesto o lo que hacemos, me lleva a pensar en el caso extremo de este tipo de prácticas a evitar que creo que se merece tener su epígrafe propio.

En cualquier empresa o en cualquier equipo, al final, siempre hay alguien que ejerce labores de gestión y coordinación (y con esto no quiero decir que no trabaje) y gente que directamente está "trabajando sobre el terreno". Sin embargo, si todo el mundo comienza a adornar sus perfiles y termina siendo "jefe de algo" o "manager de un área" o "responsable a cargo de xxx" y terminas realizando en LinkedIn una búsqueda para una empresa concreta, puedes llegar a una conclusión tan inquietante como imposible ¿puede producir una empresa en la que todo el mundo es jefe de algo?

La respuesta a esta pregunta es simple: no, no es posible y, por tanto, un indicador de la exageración que debemos evitar.

5 malas prácticas a evitar en nuestros perfiles de Linkedin

Habilidades, conocimientos y titulaciones

Dentro de la confección de nuestro perfil también tendremos que dejar un espacio a la formación que hemos recibido y las habilidades o conocimientos que tenemos. Este suele ser otro de los apartados en los que también se tiende hacia el adorno y, en determinadas ocasiones, a la absoluta ciencia-ficción.

LinkedIn, desde no hace mucho, ofrece a los usuarios la posibilidad de que otros usuarios pertenecientes a su red avalen las habilidades y conocimientos descritos en el perfil, un recurso interesante para dar solvencia a lo que hemos expuesto y un indicador, además, de la necesidad de ser sinceros con lo que indicamos porque no tiene sentido que nuestra propia red (y la gente que trabaja con nosotros o ha trabajado con nosotros en algún proyecto) no avale lo que hemos expuesto ahí.

Otro detalle importante son las titulaciones y el itinerario formativo que hemos seguido, un aspecto en el que también se tiende a "subir la categoría" de cursos que hemos hecho para transformarlos en másteres o, directamente, atribuirnos titulaciones que ni tan siquiera hemos cursado.

Cuidado con "los vacíos temporales"

En más de una ocasión he comentado que en ciertos perfiles de LinkedIn hay más ciencia-ficción que en Star Wars; una frase que quizás parezca exagerada pero que realmente no lo es tanto. En mi caso, me he encontrado con perfiles que han intentado adornar tanto su perfil que han caído en incoherencias que hacen que su timeline profesional presente lagunas o situaciones imposibles como:

  • Titulaciones universitarias que tienen 5 cursos académicos y que, sin embargo, se terminan en 4 años aunque realmente se hayan empleado 7 u 8 años en cursarlas

  • Experiencias laborales que no casan con el itinerario formativo que se ha seguido, es decir, poner que se tienen 10 años de experiencia en consultoría y, sin embargo, hacer 5 años que saliste de la universidad y durante tu período de estudiante no trabajaste

  • Intentar reducir tanto los años que estuviste en la universidad (porque tardases más años de los previstos) que, al final, aparezca un vacío de 4 años entre el fin de tus estudios y el primer empleo y parezca que no hiciste nada en ese tiempo.

Leyendo estos 3 ejemplos se podría pensar que estoy exagerando pero son 3 ejemplos reales que he encontrado en perfiles de personas que conozco.

Business group portrait - Seven business people working together. A diverse work group.- perfiles de linkedin

No pienses que nadie se va a enterar

El escritor húngaro Frigyes Karinthy presentó en 1930 la hipótesis de los "Seis grados de separación" que nos viene a decir que, en menos de 6 saltos, podríamos conectar con cualquier persona del planeta. Dicho de otra forma, mentir o exagerar en demasía nuestro perfil en LinkedIn pensando que nadie se va a enterar es un gran error porque, al final, alguien que nos conoce terminará viéndolo o, sin tan siquiera pensarlo, terminaremos conectando con ellos.

¿Tiene sentido escribir en nuestro perfil que somos jefes de algo sin serlo y conectar con un compañero de trabajo? ¿Tiene sentido mentir en nuestros estudios o especialidades y conectar con compañeros de estudios? Probablemente no y quizás alguien podría pensar que la solución está en no conectar pero nuestro perfil puede que esté accesible a estas personas o que, a través de contactos comunes, accedan a él y se encuentren con el engaño, nos desenmascaren y tiren abajo nuestra estrategia de presencia en LinkedIn.

Por tanto, una de las bases sobre las que deberíamos apoyar nuestra estrategia en LinkedIn es la de no mentir y ofrecer una imagen profesional sincera porque, al final, la verdad siempre se terminará sabiendo ya sea en LinkedIn o cuando nos vean trabajar.

Fuente: http://bitelia.com/2013/05/malas-practicas-perfiles-de-linkedin?utm_content=buffer745c7&utm_source=buffer&utm_medium=twitter&utm_campaign=Buffer