En el mismo día, Twitter anunció una actualización y, posteriormente, la canceló. La reacción negativa de los usuarios a los cambios en la política de bloqueo ha obligado a la red social a desdecirse de sus palabras y mantener las cosas como estaban antes.
Ayer, jueves, Twitter anunció que, de ahora en adelante, cuando un usuario bloquease a otro usuario cuyo comportamiento le molestara por un motivo u otro, las interacciones con este sujeto no serían restringidas, como antes, sino que éste, simplemente, sería silenciado de forma que no pudiéramos ver más sus publicaciones. En otras palabras, que la cuenta bloqueada podría seguir retuiteando nuestras publicaciones e interactuando con ellas, solo que nosotros no seríamos conscientes de ello, de la misma forma que ella tampoco podría saber si la habíamos bloqueado o no. Y “ojos que no ven”, debió de pensar el equipo de la red social, “corazón que no siente”.
La oposición de los tuiteros no se hizo esperar, y Twitter tuvo que dar marcha atrás en el mismo día y anunciar que su política de bloqueo se mantendría como hasta ahora; esto es, que cuando bloqueemos a otro usuario éste no pueda retuitearnos ni marcar como favoritos nuestros tweets, al igual que tampoco podrá ver nuestra foto de perfil, o seguirnos. Es decir, un usuario bloqueado podría adivinar fácilmente que había sido bloqueado.
La red social quería cambiar precisamente esto, ha explicado en una entrada de blog su vicepresidente de producto, Michael Sippey, porque consideraba que constatar el bloqueo por parte de otro usuario genera una reacción adversa y contraproducente en algunas personas, que se deciden, entonces, a emprender una nueva campaña de acoso y ataque.
Sin embargo, ha señalado Sippey, “Twitter nunca querrá introducir nuevas funcionalidades a costa de los sentimientos de seguridad de sus usuarios”. De todas formas, ha añadido, el equipo de Twitter no cree que el estado actual de la función de bloqueo “sea el ideal”.
Desde la red social, explica su vicepresidente de producto, consideran que las represalias contra aquellos usuarios que se atreven a bloquear a otros se dan con frecuencia, y piensan que a algunos tuiteros les preocupa tanto esta situación como el acoso previo que pueda haberles llevado a plantearse un bloqueo.
“Seguiremos explorando funcionalidades diseñadas para proteger a nuestros usuarios de los abusos y para prevenir las represalias”, ha sentenciado Sippey.