Los intentos por “hackear” una cuenta de Twitter directamente son extremadamente raros. La mayoría de las cuentas comprometidas son el resultado directo de engaños de “Phishing”. Phishing es una forma de engañar a los usuarios enviándoles mensajes fraudulentos que buscan engañarlos para que revelen sus contraseñas.
Este engaño puede venir en forma de un email falso, un archivo adjunto o una pantalla de inicio de sesión que estén diseñados para verse muy similares a tu página de inicio de Twitter.
Twitter nunca te envía correos que pidan tu contraseña o que descargues archivos. Nunca debes escribir tu contraseña en una pantalla web que no sea de Twitter, o una aplicación en la que confíes.
Siempre puedes asegurarte de que estás en Twitter fijándote en la dirección en la barra de URLs de tu navegador, para asegurarte de que el dominio es Twitter.com.
Las opciones de privacidad y seguridad en la red social se encuentran en la sección de configuración, a la que puedes acceder desde el menú desplegable en la parte superior derecha de la página.
Configuración básica
Como en otras redes sociales, cuando te das de alta en Twitter debes facilitar tu nombre de usuario y correo electrónico. Puedes modificar estos datos en cualquier momento fácilmente en el panel de configuración.
Configuración de la seguridad
Puedes evitar que terceras personas accedan a tu cuenta sin tu consentimiento siguiendo unas medidas de seguridad que Twitter pone a tu disposición como la verificación de inicio de sesión, requerir información personal para poder restablecer la contraseña etc.
Configuración de la privacidad
Puedes configurar fácilmente la privacidad de tus tuits. Esta acción se realiza con la opción “proteger mis tweets” y de esta forma solo las personas que quieras podrán leerlos.
Si no proteges tus tuits, cualquier usuario podrá leerlos, de forma que debes escoges la opción que más te compensa según el uso que le das a la red social.
Aquí hay algunas recomendaciones adicionales: